El otro día soñé que morías, fué porque me acosté preocupada porque no llegabas, dos días esperando y tú no me llamabas para decirme que no vendrías. Cuando te llamé yo... No contestaste.
Me preocupé... Sin razón, quizá... Pero me preocupé...
Soñé que me llamaban y me decían... Que habías muerto hacía un rato ya, ni siquiera me habían avisado pronto... Temí tanto, porque aunque estaba soñando, una parte dentro de mí de verdad pensaba que podía haber pasado...
Cuando llegué, ví todos los ataudes, estaban como en una sala, la gente entraba y salía, las familias se despedían de sus seres queridos, se quedaban ahí toda la noche como preparándose para no volver a ver a aquellas personas que alguna vez iluminaron sus vidas pero que ahora permanecían inmóviles y con los ojos cerrados...
Me quedé toda la noche junto a tí... Velando tus restos... Nadie mas acudió... Sólo yo... A nadie le pareció importar quien fuiste ni que hiciste, nadie se preocupó por como moriste, por si lograste ser feliz después de todo... Si ya no te sentiste tan solo...
Era como si en este mundo no hubiera nadie aparte de mí a quien le hubieras importado... Y al estar ahí, yo pude sentir ese dolor, sufrí al pensar que no tuviste a alguien a tu lado a quien de verdad le preocupara tu bienestar, y esque por circunstancias varias, yo no pude estar tan cerca de tí... Pero, ¿Sabes? Eso no significaba que yo no te hubiera querido... No quería decir que nunca me hubiese preocupado por tí...
No sé que idea tengas tú de mí... Aunque pienso que debe de ser una bastante erronea.. Pero créeme que igual que antes, yo te sigo queriendo, no puedo dejar de hacerlo... Es verdad, lo he intentado... Y he fracasado... No puedo odiarte ni tampoco dejar de quererte simplemente. Será que me importas demasiado y por eso te perdono las cosas que haces. Porque esas cosas, aunque pienses que no tienen que ver conmigo, terminan afectándome tarde o temprano.
Así pasó la noche, yo cuidando el cuerpo que solías habitar tú, haciéndome a la idea de que ya no estarías mas aquí, que no te volvería a abrazar... Y que a la mañana, tu cuerpo, lo tendría que ir a enterrar.
Abro mis ojos... Me doy cuenta que todo fue un sueño... No sé que hacer, se supone que debería alegrarme de saber que no era real. Pero hay una parte de mí que se pregunta si en verdad no lo es.
Comienzo a llorar, sé que me escuchan pero en este momento me siento tan triste que no me importa, solo oculto mi cara en la almohada y lloro hasta no poder más.
¿Por qué aún no has llamado...?
2 comentarios:
...Si, las pesadillas son horrorosas, pero luego dan pie a escribir cosas buenas...Aprovecha.
Es un buen consejo, lo tomare en cuenta.
Gracias ^^
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